ENSAYO ACADEMICO DE INVESTIGACION (EAI):
CULTURAS Y PERSONALIDADES: ¿SON ACEPTADAS EN NUESTRA SOCIEDAD?

No soy el escritor más reconocido de mi época, pero tampoco soy un desconocido. Trato siempre de encajar en la sociedad por medio de lo que soy, mas no por lo que demuestro. Estoy de acuerdo con que las personas quieran ser diferentes pero no estoy de acuerdo con la falta de respeto que manejan algunos hacia los demás; pues el hecho de querer ser diferente radica en la personalidad que adquiere cada ser humano. En el poco conocimiento que tengo me he dado cuenta que cada individuo tiene una forma de expresar lo que siente y tal vez muchos tienen la misma cultura, pero a la hora de la verdad, todos son personas. Muchos nos sentimos identificados por medio de un género musical, pero otros nos identificamos por medio de nuestros gustos; al sentirnos identificados por medio de lo que queremos o sentimos hacia otras personas, empieza a existir una fuente de atracción hacia un físico o algún sentimiento que se encuentre. Estas personas que se identifican por medio de un gusto se encuentran en la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales); los cuales han estado un poco excluidos de nuestra sociedad por diferentes razones, muchas de ellas por su forma de vestir, por su forma de actuar o simplemente por el físico que aparentan. Elegí a mirar a la comunidad LGTB e indagar más sobre este tema porque, como me encuentro más y más gente en mi vida, he encontrado que entre en contacto con muchas personas gay y lesbianas, y para comprender sus problemas, sería beneficioso trabajar como sociedad. Personalmente, creo que cuanto más se aprende acerca de otras comunidades, su historia y sus luchas, nos da una gama más amplia de la comprensión y la empatía, que debemos tener con estas personas. Cuando nos detenemos a observar todas estas causas por las cuales los apartan, las vemos desde un punto de vista crítico y sabemos qué; no son aceptados en nuestra sociedad porque:

La forma de pensar de estas personas es considerada errónea, la comunidad en general cree que el hecho de ser distinto en la personalidad es ser alguien “raro”, pero las cosas no son así, en el caso de los gays, La orientación sexual es involuntaria. Aunque hay gente que descubre su orientación gay en diferentes etapas de su vida, la mayoría comienza a hacerlo en la pre adolescencia y lo desarrolla en la adolescencia. No se trata de un descubrimiento de un día para otro, sino de un proceso de conocimiento que suele desarrollarse en las siguientes etapas: Sentimiento de diferencia, sorpresa ante esta diferencia, toma de contacto social, aceptación de la propia orientación. Por supuesto, estas etapas son una abstracción que no siempre se corresponde con los casos particulares. No todas las personas que sienten atracción por individuos de su mismo sexo terminan por desarrollar una identidad gay. Ni todas las que tienen prácticas homosexuales necesariamente son gays. El origen de una orientación homosexual en una determinada persona, es algo que mucha gente se ha planteado, algunos con prejuicios, otros con paciencia y con un gran esfuerzo por ser objetivos, pero en pleno siglo XXI no podemos hacer a un lado el inminente rechazo que las personas homosexuales sufren por parte de la gran mayoría de la población estudiantil por creencias antiquísimas y que la mayoría o casi todas son falsas como por ejemplo que el SIDA es una enfermedad de homosexuales cuya afirmación es una gran falacia además de que se dice que son depravados, afeminados, que acosan a los heterosexuales y muchísimas más que si tratáramos de mencionar nunca terminaríamos, cosas que, por supuesto son mitos y por la ignorancia de muchos esto se ha ido extendiendo. El miedo a la discriminación es algo que por desgracia está muy presente entre las personas homosexuales, porque tristemente, la discriminación hacia lo diferente también lo está. Es muy común que la gente reaccione con miedo, rechazo u hostilidad cuando alguien se presenta o muestra como homosexual; sin embargo, el que suceda esto con frecuencia, no implica que se trate de una actitud correcta que, a menudo deriva de dos situaciones concretas como la falta de información sobre diversidad sexual o el dar por ciertos múltiples estereotipos negativos relacionados con la diversidad sexual. Muchas personas llenan los huecos de desconocimiento justamente con estos estereotipos negativos y piensan que las personas no heterosexuales son seres perversos y enfermos de los que hay que alejarse y rechazar, o bien, "reintegrar a la normalidad" (con muy merecidas comillas) y "curar". Sin embargo, sabemos que la homosexualidad no es una enfermedad y, por tanto, no se cura; sino que se trata de una expresión de la sexualidad tan válida como la heterosexualidad. El hecho de que sea menos visible, no quiere decir que sea una desviación indeseable. Generalmente, para combatir al estigma y a la discriminación, hay dos estrategias muy efectivas: información y sensibilización. La primera consiste en adquirir conocimientos específicos sobre el tema a tratar (en este caso, la homosexualidad en general) para poder armar un discurso congruente que llene los vacíos de información y así poder difundirlo a otras personas. La sensibilización se refiere precisamente a combatir los estereotipos negativos a través de una premisa fundamental: conocer a la persona, por encima de lo que se crea saber sobre su orientación.
Existe un maltrato por parte de las personas homofóbicas, las cuales no dejan tener una excelente calidad de vida a estas personas sino que les hacen la vida imposible. En nuestra vida cotidiana, existen diferentes formas sutiles para agredir a los homosexuales, desde nuestro lenguaje diario hasta una mirada de asombro. En realidad, estas son maneras que pasan desapercibidas si las comparamos con las acciones más repulsivas y agresivas hacia los homosexuales. En sí, los que odian a este grupo de personas se les llama homofóbicos, sin embargo, cuando se les pregunta qué es lo que odian de los homosexuales, estos simplemente dicen algo así como “no sé, simplemente, no los puedo ver y menos aceptarlos”. Por tanto conviene preguntarse, de dónde es que viene esta repulsión, ¿de casa?, ¿de la misma cultura? ¿Es innato? Ocurre que siempre se ha visto al homosexual como si fuera un enfermo, es decir de acercarse mucho, este podría contagiarme; de otro lado, todo enfermo puede curarse, es decir mediante un tratamiento psicológico. Sin embargo, estas ideas no son reales, ningún homosexual es un enfermo sino que se trata de la orientación sexual que decidió tomar. De hecho, existen muchas personas que piensan que la repulsión por un homosexual es algo que aparece de manera muy natural pero en realidad, una persona homofóbica tiene un problema puesto que el rechazo a otro debido a su inclinación sexual, no es algo normal. No cabe duda que de estos piensen que son así debido a su formación en casa, pero en realidad, el odio a los homosexuales, se encuentra presente desde la familia, pasando por el colegio y también la misma sociedad. Otra de las creencias en las que se basa el odio de los homosexuales es que se piensa que estos representan la decadencia o desintegración moral de la civilización humana. Un grave error, porque si nos fijamos estos dos factores están mucho más ligados a lo económico, político o social. De hecho, si se argumenta que el componente básico de la sociedad, es decir el núcleo familiar se vería afectado por la unión de dos personas del mismo sexo, en realidad, tendríamos que preguntarnos si en realidad, actualmente, existen tales núcleos familiares de manera completa y si estos funcionan correctamente.
Estas personas adquieren diferentes miedos cuando piensan salir del closet, las personas de la comunidad LGTB se sienten excluidas al salir del closet, esta cuestión de salir del armario consiste en dar a conocer su orientación sexual hacia las personas que los rodean, Aunque son muchas las personas homosexuales que viven su homosexualidad de una manera libre y sin problemas, también son todavía numerosas aquellas que encuentran muy difícil ser gay o lesbiana en un mundo predominantemente heterosexual. Algunas de estas personas tienen problemas de auto aceptación: piensan que ser homosexual es una especie de maldición, se sienten culpables o avergonzadas e incluso pueden llegar a mantener relaciones con personas del otro sexo tratando de negar ante sí mismas y ante los demás sus verdaderos sentimientos. Este auto rechazo o negación (o ambas cosas) traerá consigo una serie de problemas de tipo psicológico, principalmente depresión y una gran insatisfacción con su vida, junto a una sensación de falsedad, de no estar siendo ellos mismos o de estar engañando a sus amistades y familiares, lo cual a su vez agrava los problemas. De hecho, una persona homosexual que no se acepta a sí misma puede sentirse culpable por ser lesbiana o gay y culpable también por ocultarlo. En otros casos, los problemas están más relacionados con los demás: miedo a la reacción de los otros, miedo a ser rechazados por sus amistades o familiares, a ser considerados raros, a la posibilidad de escuchar comentarios desagradables. Y, por último, otro grupo de homosexuales puede tener problemas tanto de auto aceptación como de miedo al rechazo. En cualquier caso, el resultado va a ser, en muchos casos, la ocultación de su verdadera identidad. Eso puede hacer que les resulte más difícil encontrar a otras personas como ellos con quienes puedan sentirse identificados y, por tanto, menos aislados, y compartir sus inquietudes y sentimientos con libertad, o bien, encontrar a alguien de quien enamorarse y con quien mantener una relación de pareja estable. Depresión, sensación de soledad o abuso de drogas o alcohol como una manera de evitar una realidad que niegan, son los problemas más frecuentes que pueden tener estas personas, entre otros. Las personas que no aceptan su orientación sexual pueden tener muchas creencias (la mayoría basadas en falsos estereotipos) acerca de gays y lesbianas, como "ser homosexual es algo vergonzoso, malo, pervertido...", "las lesbianas tienen un aspecto con el que yo no encajo y no podré sentirme identificada con ellas", etc. Todas estas ideas acerca de los homosexuales son más abundantes y más falsas cuanto más aislada esté una persona del colectivo de lesbianas y gays y mayor sea su desconocimiento de la realidad y gran diversidad de estas personas.

La homosexualidad es una condición que en sí misma sólo tiene efectos menores sobre el desarrollo de la personalidad. Pero las actitudes, no del homosexual sino de las demás personas hacia esta condición, crean una situación que puede tener un efecto profundo en el desarrollo de la personalidad y puede conducir a un deterioro del carácter de un género que impide la integración afectiva en la comunidad. Muchos de los problemas que abruman al homosexual son creados por la hostilidad de la sociedad. Pongámonos en los zapatos de ellos y pensemos que cada persona tiene derecho a ser como es, todos somos personas y tenemos los mismos derechos, no podemos juzgar a las personas por lo que aparentan o por lo que quieran ser porque debemos tener en cuentas que cada persona tiene una manera de ser diferente y una forma distinta de expresar sus sentimientos, como hay personas que son más alegres que otras, también existen personas que les gusta el sexo opuesto; además el hecho de ser gay, bisexual, lesbiana, o integrante de la comunidad trans, no afecta para nada nuestro vivir, todo esto hace parte es de nuestra privacidad; antes debemos de ser conscientes y de aprender de ellos, porque son personas que para sacar su personalidad adelante y por seguir siendo a los diferentes a los demás quieren ganarse un gran respeto, es por eso que debemos aceptarlos y brindarles un apoyo sincero y que sea en todo sentido, pues así, todos tendríamos una mejor convivencia. No seamos homofóbicos, ayudémoslos y hagamos todo lo posible para que estas personas también tengan su calidad de vida.  Los problemas de las lesbianas y los gays que viven en las sociedades modernas no se resuelven simplemente mediante la educación pública o fondo de comercio. La tarea permanente de las mujeres y los homosexuales, así como muchos otros pueblos subordinados, sólo se puede presionar para la democratización de la industria de la comunicación a fin de superar la administración capitalista o el estado de las ideas y la crítica a los medios de discursos tan profundamente impregnada de machismo, el militarismo, y el consumismo. Cualquier grupo de personas seriamente interesadas en el cambio social debe tener en cuenta su lugar en el contexto político más amplio y las posibilidades de coalición con otros pueblos periferizados.  He aprendido mucho sobre la comunidad gay y lesbiana y estoy más consciente de muchos de los problemas que enfrentan. Sé que no será tan crítico y acusador hacia esa comunidad como yo. Pero también, reflexionemos y  saquemos nuestra propia conclusión de ¿Son diferentes a nosotros? o es que acaso ¿No nacimos iguales?


NUMERO DE PALABRAS: 2.150